En un operativo llevado a cabo en San Juan de Lurigancho, un trabajador del área de serenazgo fue detenido por presuntos vínculos con una organización criminal dedicada a la extorsión. El operativo, liderado por la División de Extorsiones y Secuestros de la Policía Nacional, también involucró a un empleado del área de fiscalización. Las investigaciones sugieren que estos individuos habrían estado proporcionando información a las mafias, lo que facilitaba sus actividades ilícitas en el distrito.
Según fuentes municipales, los extorsionadores utilizaban datos privilegiados para evitar operativos contra el comercio ambulatorio y otros procedimientos de control. Los detenidos, identificados como Eric Andrés Arones García y Isaac Salvador Acevedo Oblitas, supuestamente formaban parte de una red criminal que envió amenazas al alcalde de San Juan de Lurigancho, Jesús Maldonado. La denuncia se presentó en marzo, cuando se detectó el acoso a funcionarios municipales mediante arreglos florales intimidatorios.
El alcalde Maldonado confirmó que, además de los trabajadores, él mismo fue blanco de extorsiones. Incluso reveló que se recibieron amenazas directas en su domicilio, lo que generó una gran preocupación en la municipalidad. La Policía Nacional llevó a cabo una investigación minuciosa que permitió identificar a los involucrados, quienes estarían operando bajo las órdenes de una banda criminal organizada, posiblemente desde el interior de un penal.
Este operativo representa solo el inicio de lo que se espera sea el desmantelamiento de una red delictiva que ha venido operando en el distrito. La municipalidad, en colaboración con la Policía Nacional, continúa trabajando para identificar a todos los implicados y garantizar la seguridad de los funcionarios y vecinos. El alcalde enfatizó que las extorsiones afectan no solo a la administración municipal, sino también a los comerciantes y ciudadanos de San Juan de Lurigancho.
El distrito ha sido escenario de múltiples actos de extorsión en los últimos meses, incluyendo la colocación de explosivos en diversos negocios. La preocupación por la seguridad es palpable entre los vecinos, quienes han sido testigos de un aumento en la violencia y el crimen organizado. Las autoridades municipales prometen reforzar las medidas de control y vigilancia para frenar esta ola delictiva y devolver la tranquilidad al distrito.