Una intensa agenda de reuniones con empresas, gremios y universidades sostuvo en Lima, el creador del chip precursor de los autos autónomos, el ingeniero, rabino y Phd en filosofía, el norteamericano-israelí Mois Navon.
Navon es protagonista del mayor éxito en la historia del high tech israelí. Como jefe de ingenieros de la empresa Mobileye, diseñó el chip que impulsó la revolución de los vehículos autónomos y que lanzó a la fama a la startup Mobileye. Hoy en día, esta tecnología, denominada como ADAS (Advanced Driving Assistant System o sistema avanzado de asistente de conducción) se encuentra en 30 millones de vehículos y domina el 70% del mercado mundial. Mobileye fue comprada por Intel el año 2017 por 15,300 millones de dólares. Fue la mayor venta registrada en la historia de Israel, el segundo ecosistema más innovador del mundo y la segunda más alta para Intel.
“Hay cinco niveles de conducción autónoma y el último, el quinto, es el que la gente quiere, donde uno le dice al vehículo sin volante: llévame a la playa y te lleva a playa, sin chofer, mientras tu duermes o ves una película. Para eso falta poco, pero aún no llegamos”, explica Navón. Y continúa: “Estamos entre el nivel 3 y el 4, donde un auto puede circular sólo por autopistas y carreteras muy bien trazadas, pero aún se requiere que el conductor humano tome el control en ciertos casos. La llegada al vehículo autónomo total sería entre 2035 y 2040. Pero no hay duda que vamos a tener vehículos completamente autónomos. La gente no conducirá más. Es sólo una cuestión de tiempo”
Previamente, Navón creó la tecnología de compresión de imágenes y las pantallas on demanda de los aviones, también el simulador del programa antimisiles Star Wars de la NASA, entre muchas otras. Tras su salida de Mobileye, Navon se tituló de doctor en filosofía y se especializó en ética de la inteligencia artificial. Actualmente dirige la cátedra de Ética e IA en la Universidad Ben Gurión y viaja por el mundo enseñando a empresas, gobiernos y universidades cómo abordar de manera ética la incorporación de la inteligencia artificial en sus distintas aplicaciones.
Desafíos éticos de la IA
Como explica Navón, “la IA empezó en la década del 50, cuando John McCarthy, Marvin Minsky y mucha gente más, dijeron que querían construir máquinas que hagan lo que hace la gente. Y de repente se dieron cuenta que estas máquinas podían vencer a los humanos en el juego de damas y luego en ajedrez. Esa máquina ya tenía entonces lo que llamamos un tipo de pensamiento. Pero lo que realmente ha cambiado todo hoy en día es lo que la IA es capaz de hacer. Por eso, no creo que la inteligencia artificial sea una burbuja. Estamos en el codo de una curva que de repente va a despegar exponencialmente. Y claro, es más visible para la gente ahora por el poder de ChatGPT y otros grandes modelos similares, pero veremos IA en todos los rubros del quehacer humano”.
Gira por Latinoamérica
Navón visitó Lima por primera vez, como parte de una gira por Colombia, Panamá y Perú. En cada país, se reunió con autoridades responsables de transformación digital, con asociaciones gremiales, empresas, universidades, colegios y medios de comunicación. En Perú, tuvo masivos encuentros con la Cámara de Comercio de Lima, Confiep, el MBA de la Universidad del Pacífico, además de numerosas empresas.
Durante su gira regional por Medellín, Ciudad de Panamá y Lima, tuvo además sesiones de trabajo con urbanistas y expertos en políticas públicas para analizar el futuro de las ciudades con la incorporación de IA y autos autónomos. Otra de las temáticas que abordó fue el impacto de la IA en el futuro del empleo, el marco regulatorio para garantizar el buen uso de los datos y la IA y las diferentes aplicaciones de la IA en lo que se llama el transhumanismo y post humanismo, que son tecnologías intra y extracorporales para mejorar las capacidades físicas y cognitivas de los seres humanos.
La visita de Navon a la región ha sido posible gracias a Jennyfer Salvo y su empresa Softpower Connections, dedicada a conectar y acercar conocimientos y tecnologías de frontera a Latinoamérica. La visita a Lima fue desarrollada con el apoyo de la empresaria peruana Fortune Levy.