Por Jaime Antezana Rivera.
Hoy, en horas de la tarde, luego de varias amonestaciones, sanciones disciplinarias y dilaciones el organismo de disciplina de Fuerza Popular decidió expulsar al benjamín de Alberto Fujimori, Kenji Fujimori Higuchi. En un escueto comunicado del Comité de Proceso Disciplinario señala:
«Ha resuelto por unanimidad. Expulsar al congresista Kenji Gerardo Fujimori Higuchi del Grupo Parlamentario Fuerza Popular, de conformidad con el numeral 21.25 del Reglamento de la Bankada y en merito a lo expuesto en la parte considerativa. de la presente».
Evidentemente, el factor determinante de esta decisión fue la abstención de Kenji y nueve congresistas de Fuerza Popular en la votación por la vacancia de PPK. Otro factor ha sido la configuración, en la practica, de una facción de nueve congresistas que incluyó voceros y hasta condiciones.
La misma suerte corrió el inefable congresista Bienvenido Ramírez (célebre por decir que el Alzheimer les da a los que «estudiaron y leyeron mucho»). En horas de la mañana, se conoció que el Comité de Disciplina recomendaba su expulsión. Esta se conoció en el transcurso de las horas.
De esta manera, tras más de un mes de la abstención de Kenji y los nueve congresistas kenjistas, Fuerza Popular paso de la amenaza de expulsión a la efectivación de la misma. Antes plantearon propuestas de sanciones «graduales» y la persuasión para que regresen a algunos de estos por el keikismo.
El fujimorismo keikista, por las declaraciones y los twits enfrentados en las redes y los medios, se fue quedando sin otra alternativa que adoptar esta drástica decisión. La excesiva dilación generó suspicacias e ironías si todo eso no era más que un psicosocial de jaez montesinista. O una bravuconada.
Ahora, lo que esta fuera de toda duda es que el fujimorismo recién se ha dividido. Se quebró. En efecto, la decisión de los «avengers» kenjistas era que si expulsaban a uno, se iban todos. Ese anuncio ocurrió poco después de conocerse la decisión del Comité de Disciplina de Fuerza Popular.
Kenji, en una foto junto a sus nueve «avengers», escribió en su cuenta de twitter lo siguiente a las 17.26 : «Mientras tanto, en algún lugar de Asgard…Uno para todos y todos para uno”. #AdefenderlaDemocracia #LaLibertadle ganaráalmiedo #InfinityWar #ModoAvenger #LaResistencia.
Con ese mensaje el kenjismo acepto la decisión del ala keikista que controla Fuerza Popular. Acepto su expulsión de esta organización. Acepto, con sorna y frescura, que están fuera de la institucionalidad de Fuerza Popular. Ahora, la pelea será en las bases, Esa pelea ya empezó.
¿Es esta una división definitiva e irreconciliable de dos corrientes del fujimorismo? No. Del fujimorismo se puede esperar todo. Incluso, que simulen una división que no la podían evitar. No hay que olvidar la creación de Nueva Mayoría, un ala que luego se unió con Cambio 90 en 1995.
Se crearon dos corrientes que, después, se unieron en una «alianza electoral» en torno a la candidatura del ya dictador Alberto Fujimori. En realidad, se crearon artificialmente dos corrientes para, posteriormente, decir que se unían para las elecciones en el mejor momento del fujimorato.
La creación de «partidos» o división de «corrientes» fujimoristas desde palacio y el SIN no acabo con la alianza Cambio 90-Nueva Mayoría. Vamos Vecino fue otro experimento creación de laboratorio para las elecciones municipales. Llevo a Hurtado Miller a la municipalidad de Lima. No gano. Fracaso.
Sin embargo, para las elecciones generales del 2000, Vamos Vecino se convirtió en Sí Cumple e hizo «alianza» con Cambio 90 y Nueva Mayoría dando origen a Perú 2000 que llevó a Fujimori a la segunda reelección. Es, pues, una práctica del fujimorismo crear partidos diferentes para luego unirse.
Hay que tener memoria. No es posible descartar que tras este aparente y mediático cisma de Fuerza Popular, la expulsión de Kenji y sus nueve «avengers», estemos ante un experimento rupturista para después unirse en torno a una sola candidatura.