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Tras un primer año de constantes enfrentamientos entre sus dos facciones, la bancada del Frente Amplio oficializó su ruptura. Los integrantes de Nuevo Perú anunciaron en conferencia de prensa su separación definitiva de la bancada.
«Esta es una salida ante el desgaste en la bancada donde no hay consensos y un adecuado funcionamiento con participación d los 20 congresistas», aseguró la legisladora Indira Huilca.
La pugna entre las facciones de Tierra y Libertad (liderada por Marco Arana) y Nuevo Perú (allegados a Verónika Mendoza) estaba entrampada hasta en la alta burocracia legislativa. El Consejo Directivo no pudo tomar una decisión la semana pasada sobre si debían validar o no la expulsión del ‘mendocista’ Richard Arce aprobada por el bloque aranista.
A nivel de bancada, la situación es peor. En el último oficio enviado por Nuevo Perú a Marco Arana, el pasado 5 de julio, se lee: «El diálogo que usted pretende iniciar, luego de habernos excluido hace más de dos meses de la toma de decisiones del grupo parlamentario, excluyendo de las reuniones o dejando de convocarlas, es una farsa a la que no nos vamos a prestar».
Sumado a esto, los ‘mendocistas’ enviaron un oficio a la Mesa Directiva desconociendo a Marco Arana como vocero de la bancada del Frente Amplio. Arana, en un oficio de respuesta, calificó esto como un «acto irreflexivo, desproporcionado, antirreglamentario y antidemocrático».
Arana ha sentado aún más su posición: «En la nueva legislatura no habrá dos bancadas del Frente Amplio. Hay una sola y va a ser la misma. Lo que puede haber son congresistas que renuncien o sean expulsados como Richard Arce».