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Desechos hospitalarios como tubos de ensayos con sangre, agujas, goteros, algodones, guantes usados y mamelucos, son arrojados en plena pena vía pública generando la preocupación de vecinos por la transmisión de diversas enfermedades. Con esto tienen que lidiar las personas que transitan por el paradero 12 canto grande en San Juan de Lurigancho.
«No es la primera vez que botan, siempre lo hacen, y no solamente yo, hay varios recicladores que a veces vienen, recogen y manipulan. La vez pasada también aventaron en botellas grandes y en medio de la pista un carro lo reventó y se formo un charco grande de sangre», expresó un transeúnte.
Los vecinos no saben quiénes arrojan estos peligrosos desechos, pues cerca se encuentran el hospital de San Juan de Lurigancho y varios centros médicos privados. Ellos exigen mayor control y una sanción a quienes arrojen estos productos contaminantes que podrían ocasionar enfermedades a las personas.
