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En un hecho insólito, delincuentes se despojaron de sus zapatillas para realizar un robo sin hacer ruido en una vivienda en San Juan de Lurigancho. La situación fue detallada por la corresponsal de 24 Horas Tiffany Tipiani, quien informó que los criminales ingresaron por la parte inferior del edificio utilizando la famosa «patita de gallo». Uno de ellos incluso optó por quitarse las zapatillas para evitar hacer ruido durante el asalto. A continuación el video de 24 Horas:
La osadía de los delincuentes llegó hasta el cuarto piso de la residencia, donde encontró una ventana semiabierta. Aprovechando la situación, ingresando al interior, permaneciendo en la casa durante al menos 10 minutos. Durante este tiempo, se dedicaron a rebuscar en la habitación, sustrayendo laptops y otros dispositivos tecnológicos que la familia utilizaba para su trabajo.
La familia afectada expresó su preocupación, ya que no se percataron del ingreso de los delincuentes debido a que estos se habían descalzado y la ventana estaba semiabierta. La víctima relató que el robo ocurrió alrededor de las 2:30 de la mañana, mientras estaban descansando. Además, destacaron que los perros de los pisos inferiores no ladraron, lo que facilitó la acción de los criminales.
En una entrevista con una de las afectadas, se reveló que los delincuentes se llevaron una mochila con una laptop, un celular de trabajo, una billetera con dinero en efectivo y la laptop de su esposo con dos celulares. La pérdida no solo afecta su seguridad financiera, sino también su capacidad para continuar con sus trabajos diarios.
La inquietud de la familia se intensifica al saber que los ladrones, tras el robo, salieron de la vivienda por la puerta principal. Esto plantea la posibilidad de que regresen, ya que la mochila sustraída contenía las llaves de las puertas. Ante esta situación, la familia considera necesario cambiar las cerraduras para salvar su integridad.
Por último, la reportera señaló que la vivienda se encuentra a pocos metros de un puesto de serenazgo, el cual, según los afectados, no parece cumplir eficientemente su función de patrullaje. A pesar de la supuesta presencia constante las 24 horas, los residentes no observan resultados tangibles en términos de seguridad, agravando la preocupación de la comunidad ante la falta de respuesta efectiva en situaciones de emergencia. Este suceso refleja la creciente inseguridad en la zona de San Juan de Lurigancho a pesar del «estado de emergencia».
